Gastronomía de Vielha

La gastronomía de Vielha es, al igual que toda la del Valle de Arán, de una gran variedad, compuesta de abundantes recetas elaboradas con productos propios de la tierra. Entre éstos podemos destacar la carne de ternera y la de cordero, así como las setas, con una gran variedad de especies: rovellons, ceps, moixernons, y otros.

También las frutas del bosque, como los arándanos, moras o frambuesas, y las hierbas aromáticas, tan abundantes en sus bosques. Las truchas que se extraen de sus ríos encuentran también multitud de preparaciones en las cocinas aranesas, así como la carne de caza, especialmente de especies como el jabalí o el corzo. Se elaboran asimismo embutidos artesanales de gran calidad, entre los que sobresalen el chorizo y la langoïssa.

La mayoría de las recetas tradicionales del valle, como suele suceder en aquellos emplazamientos geográficos donde los inviernos son fríos, consisten en platos fuertes y energéticos, platos que puedan combatir la dureza de estas temperaturas. Así, encontramos muchas sopas, guisos y potajes, elaborados con distintas mezclas de los productos propios.

Muestra de ello es uno de los platos más típicos tanto de Vielha como de todo el valle de Arán, la olla aranesa. Se trata de una especie de potaje muy consistente, siendo sus ingredientes judías secas blancas, hueso de jamón, butifarra negra, jarrete de ternera, gallina, pelota (una mezcla de carne picada con huevo y pan rallado muy parecido a la empleada para hacer albóndigas), col, zanahorias, apio, puerros, arroz y fideos gruesos.

Otros platos que típicos y que suelen estar presentes en las cartas de los restaurantes de la zona son las hojas de col rellenas de carne, el confit de pato, las patarnes (plato tipo sopa elaborado básicamente con pan y patatas), el pollo a la coquela (con verduras), las patatas rellenas de carne o la truhada (una especie de puré de patatas).

Las carnes de caza se elaboran de muy diferentes maneras, aunque el plato estrella sigue siendo el exquisito civet de corzo o de jabalí, que tampoco suelen faltar en los establecimientos especializados en la cocina aranesa.

Las crepes o los patés también abundan en las mesas de esta comarca, productos que demuestran la influencia que la cocina francesa ha tenido, como es natural por su cercanía, sobre la gastronomía de los pueblos de esta comarca. O las setas, ingrediente de muchos platos, como el fricandó, muy típico de hecho en toda Cataluña, y que se elabora con ternera y setas.

En cuanto a los postres, destacan la crema aranesa y las milhas de maíz. Éstas últimas son una especie de pastel hecho con harina de maíz, con forma de rombo, el cual se fríe y se espolvorea bien con azúcar. También se deben mencionar la gran cantidad de variadas tartas que se hacen con sus frutos del bosque, como la tarta de frambuesas o la tarta de queso y arándanos.

Las hierbas aromáticas que se recogen en sus bosques, no sólo sirven para condimentar estas exquisitas recetas, sino que con ellas, y con algunas de las frutas silvestres, se elaboran licores como el Agua de Nodes, el licor de grosella, el aguardiente de nueces, las ciruelas al coñac o el licor de arándanos.

A toda esta gran cantidad de platos hechos con productos propios y tradicionales de la tierra, cabe resaltar que en los últimos años se ha introducido en la zona un nuevo producto que por lo que parece está teniendo de momento una gran aceptación y que se debe a la piscifactoría de esturiones instalada en la localidad de Les, en el valle. Se trata del caviar, cuyo proceso de producción tiene ya lugar de manera completa en dichas piscifactorías. Los esturiones son criados con agua del río Garona, y se respetan los ciclos naturales, lo cual garantiza la gran calidad de estas huevas. Su comercialización se da bajo el nombre de Caviar Nacarii, constando en la lata su procedencia del valle de Arán.